ADICAE exige que, cuando menos, la CAM recompre las participaciones preferentes, deuda subordinada y cuotas participativas que emitió y colocó a decenas de miles de consumidores, como si se tratara de depósitos a plazo fijo, sin informarles debidamente del riesgo y la escasa liquidez de esos productos.
Asimismo, exige a la CNMV y al Banco de España que adopten una solución inmediata para el problema de las participaciones preferentes y otros productos tóxicos. Además, esa medida no debería limitarse a un canje por bonos o acciones que podrían generar más pérdidas a los ahorradores.
Los consumidores y usuarios de servicios financieros serán los que paguen, en última instancia, los 5.249 millones de euros que costará el saneamiento de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y su venta a Banco Sabadell, ya que ese dinero saldrá del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) que se nutre de las aportaciones que los bancos y cajas cobran a los depositantes.
La operación supondrá para el FGD la pérdida de casi el 80% del dinero que tenía acumulado en octubre pasado y que sumaba 6.593 millones de euros. En ese sentido, ADICAE pide al Gobierno que el FGD mantenga la garantía de 100.000 euros por depósito y que la operación para sanear a la CAM y venderla a Banco Sabadell no repercuta en los ahorradores.
Esa reducción deja al principal sistema de reflote de entidades financieras con unos escasos 1.344 millones de euros, que no llegan a cubrir un ridículo 0,1% de los ahorros depositados.
Además, la venta de la CAM a Banco Sabadell también tendrá un coste para el conjunto de los ciudadanos. Según el acuerdo, el Banco de España «asumirá determinados compromisos contingentes (…) tendentes a garantizar el acceso de la entidad a determinadas fuentes de financiación de las que dispone actualmente». Una ‘facilidad’ financiera que supone una ayuda pública y que tendrá un coste inmediato sobre el conjunto de los contribuyentes, aunque teóricamente pueda acabar siendo recuperada.
La Asociación afirma que con la fusión y el aumento de las aportaciones se pretende que sean los usuarios los que paguen esa recapitalización. Por eso, ADICAE propone que se cubra con las comisiones que las entidades aplican a los consumidores y que están aumentando constantemente, con parte de sus beneficios y con la rebaja de los salarios de los directivos.
También, ADICAE llama la atención de la opinión pública ante la desprotección en que quedan ahora los depositantes, con un FGD debilitado por la reducción de sus recursos (un ‘Fondo sin fondos’) y pide que se tomen inmediatamente las medidas necesarias para que el fondo recupere la solidez perdida ya que ha quedado casi en números rojos.
Ninguna medida para las decenas de miles de afectados por productos tóxicos vendidos por la CAM y que sirvieron para fortalecer su balance.
El rescate y venta de la CAM no propone ninguna solución al problema de miles de ahorradores a los que la caja colocó productos tóxicos de carácter perpetuo, como las participaciones preferentes, cuando lo que en realidad demandaban eran inversiones de poco riesgo y con plazos cortos.
Nuevamente una lamentable operación financiera pensada, por y para el sector, provoca que los consumidores paguen para sanear una caja. Además, en este caso, eso se hace por partida doble, ya que miles de ahorradores han aportado, sin saberlo, fondos al patrimonio de la CAM al serles comercializados productos que refuerzan el activo de la entidad, cuando realmente querían invertir en depósitos o plazos fijos.
ADICAE está reclamando individual y colectivamente por estos afectados, y advierte a estos de los posibles riesgos que conlleva aceptar canjes en bonos o acciones, ya que son meros parches puesto que el consumidor se ve casi obligado a quedarse con unos productos complejos y de riesgo pero que en esta ocasión parece que han sido aceptados y consentidos por su parte, con los problemas que ello puede conllevar para reclamar.
El Banco de España y CNMV tienen una obligación moral y jurídica con los afectados por estos productos tóxicos si pretenden ejercer de verdaderos supervisores.
Tras la denuncia de ADICAE contra 52 entidades financieras españolas por la comercialización de estos activos, la CNMV, conscientes de estos abusos y la falta de información ha empezado una campaña para eliminar las preferentes del panorama financiero pero, y ahí está lo bochornoso, permitiendo que se realicen abusivos canjes a los consumidores.
Todo para que las entidades mejoren su ‘core capital’ de cara a las exigencias europeas, pero metiendo la ‘porquería bajo la alfombra’, de cara a los consumidores. Un mero lavado de cara que no resuelve nada.
Desde ADICAE no se vislumbra una solución clara con el anuncio del Banco de España, para todas las familias que se han visto atrapadas en esta fraudulenta venta de productos tóxicos. Tampoco por la inacción de la CNMV.
Por ello, ADICAE va a proseguir su campaña de denuncia pública de estos productos y promoviendo la organización de los afectados, para la reclamación colectiva frente a este fraude. Durante la semana que viene ADICAE celebrará nuevas asambleas en todas las provincias (se pueden consultar en colectivos.adicae.net y en www.adicae.net) , a las que seguirán concentraciones de protesta el 20 de diciembre, ante las sedes de los bancos y cajas implicados en cada ciudad.